Tras un interesente post sobre Fernando VI, hoy en Bodega Real Cortijo tenemos la historia de Isabel Farnesio, una mujer que no dejó indiferente a nadie. Consiguió las metas que se propuso, a pesar de que tenía muchas cosas en su contra. Inteligentemente, manejó el poder desde las sombras.
Isabel Farnesio, una nueva reina
Hija de Dorothea Sophia de Neuburg y Edward Farnese, hijo mayor de Ranucci II, duque de Parma, Farnesio nació el 25 de octubre de 1692, muriendo su padre al año siguiente. Dorothea Sophia limitó estrechamente la educación de Isabel, aparentemente, con la esperanza de romper el espíritu de la niña y asegurarse de que la madre continuaría ejerciendo el poder.
Poco después de la muerte de la Reina Marie Louise de Saboya, esposa de Felipe V de España, Isabel se convertiría en la nueva esposa de Felipe. Pasado el tiempo, comenzó a poner orden en la Corte echando a los que no estaban de acuerdo con ella y subiendo a sus propios allegados para tenerlo todo bien controlado.
El 20 de enero de 1716, dio a luz al primer hijo de la pareja real, el futuro Carlos III. En total crió a 7 hijos, contando tanto los suyos como aquellos que Felipe tuvo en su anterior matrimonio.
La poderosa reina de España
Isabel que era una hábil política, había echado a los miembros del partido francés y a los consejeros que Felipe se había traído de Francia poniendo a en su lugar a consejeros italianos. El Rey estaba siempre depresivo, no gobernaba. Oportunidad que Isabel supo aprovechar para gobernar a su antojo.
El punto verdaderamente fuerte de Isabel fue la política exterior. La reina quería recuperar los territorios que había perdido España al precio que fuera. Y eso empezó a generar incomodidad en los españoles, a los que ya la reina no les caía nada bien. De ahí el apodo que le dieron de ‘’Parmesana’’.
Isabel no quería ser simplemente la mujer del rey. Ella, que era muy lista, no tuvo más opción que elevar a su hijo a rey. Así, si su hijo gobernaba, ella también tendría un poco de poder.
Objetivo cumplido pero final inesperado
El segundo de los hijos de Felipe, quien desconfiaba de su madrastra, cuando lo coronaron la echó de la Corte. El rey no la quería cerca de su esposa. Pero Isabel se las ingenió para que la pareja se viera poco. Al final, consiguió que el nuevo rey no tuviera hijos. Cuando el rey murió, no había dejado ningún heredero, lo que significaba que le tocaba gobernar por orden de sucesión a su hijo.
Su hijo mayor alcanzaría el trono de España. Lo malo fue que no se llevaba bien con su nuera y su hijo Carlos III, el nuevo rey, se puso de parte de su mujer y la echó de la Corte, a donde ya no volvería. Isabel de Farnesio residió a partir de entonces en Aranjuez, en donde falleció seis años después, el 11 de julio de 1766, a raíz del motín de Esquilache.
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