Desde Bodegas Real Cortijo, queremos hablaros en esta ocasión del maridaje de vinos tintos, es decir, la combinación entre vino y comida. Este es un mundo muy amplio y extenso, como variedad de vinos y alimentos podemos encontrar, pero vamos a daros ideas para conseguir esa armonía perfecta entre aromas, matices y sabores.
El maridaje de vinos tintos es una técnica muy personal y no todos los consumidores la experimentan de la misma manera, pero existen combinaciones con las que siempre podemos acertar y disfrutar de los alimentos y la bebida sin interferencias.
En base a las texturas, a la intensidad y la forma de cocinar los alimentos, entre otros factores, encontramos vinos que combinan o «pegan» más con ciertos platos o productos. En este artículo os damos las claves para triunfar con el maridaje de vinos tintos, y poder sorprender a los comensales.
Maridaje de vinos para carne
Como todos sabemos la carne es uno de los alimentos que mejor combina con el vino tinto, os damos algunas nociones de como acertar en el tipo de carne y el vino elegidos.
La carne roja a la brasa o carbón, sin ningún tipo de salsas enmascarándola, nos permite escoger un vino con cuerpo y matices. Un tinto reserva potente, concentrado y con largura, es una opción perfecta para acompañar a la ternera, ya sea, un solomillo, un entrecot o un steak tartar.
Otros tipo de carne, como el cordero o el cerdo, también en el maridaje de vinos tintos. En este caso, es importante que cuanto más intenso y pesado sea el plato que vayamos a servir, más intenso, con mayor tiempo de maduración y concentración de taninos debe ser el vino con el que lo combinemos.
Maridaje de vinos para queso
Otro clásico en el maridaje de vinos tintos, que nunca falla y no podíamos dejar de lado, es el queso. Dicen que la expresión «que no te la den con queso», tiene su origen en una trampa que utilizaban los bodegueros antiguamente, servían los vinos de menos calidad acompañados de una tapa de queso, ya que el queso tiene unas proteínas que hacen que vino nos sepa mejor.
Escoger un queso puede no ser una tarea fácil, ya que existen infinidad de gustos. La mejor opción es combinar varios, que abarque desde quesos suaves (algún camembert o brie) , curados con leche de vaca y oveja, y algún queso azul para terminar. Para acompañar la tabla con distintos vinos debes hacer que haya armonía entre ambos, para ello sigue la misma regla con la bebida que con la comida: empieza por el más suave y acaba con el más intenso.
Maridaje de vinos para pasta
En el caso de la pasta, el vino a escoger dependerá de la salsa con la que se sirva el plato. Los platos de pasta que mejor combinan con el maridaje de vinos tintos son las boloñesas y las salsas de queso o de setas.
Para este tipo de platos, iremos sobre seguro con un buen crianza. Los sabores estarán equilibrados y no se enmascararán entre ellos. Si la salsa es muy intensa, podrás apostar por un vino con más cuerpo y largura, que asegurará una doble explosión de sabor.
Maridaje de vinos para pescado
Siempre se ha dicho que el pescado solo casa con vinos blancos. Es cierto que el marisco y los pescados blancos como la merluza, el mero o el lenguado, combinan mejor con los vinos blancos.
Sin embargo no siempre se cumple esta regla con todos los tipos de pescados, hay pescados que el maridaje de vinos tintos encajan a la perfección. La raya, siendo pescado blanco, en su versión a la mantequilla negra, funciona de maravilla con un crianza.
La trucha, el salmón y el atún, en cualquiera de sus variantes, también son buenos compañeros del tinto. En este caso elige un vino de acidez elevada y baja concentración de taninos, con el que seguro acertarás.
Si celebráis un almuerzo o cena como anfitriones, esperamos desde Bodegas Real Cortijo, que estos consejos os sirvan de ayuda, y consigáis que vuestros invitados disfruten de una experiencia perfecta y maravillosa como comensales, y encuentren esa armonía en el maridaje de vinos tintos.
Os esperamos en el siguiente post.