El verano acompañado de sus altas temperaturas es una época difícil para los amantes del vino tinto. Con el calor apretando es difícil tentarse a beber una copa de vino con cuerpo y abundante madera. Pero desde la Bodega del Real Cortijo os daremos unos consejos para que en esta época sigáis disfrutando del vino tinto.

Como afectan las altas temperaturas al vino tinto

vino tinto en verano

El verano es una época de mucho sol y calor, aunque lo disfrutamos y nos encanta, se trata de unos meses que hacen peligrar el buen estado del vino tinto.

Sin duda, las altas temperaturas de estas fechas, es uno de los enemigos indiscutibles, puesto que afecta directamente a las características organolépticas del vino: menos aromas, sabores no deseados y menos carácter.

Por esto recomendamos no dejar nunca los vinos en el maletero del coche, en las terrazas o en zonas dónde dé el sol. Los cambios bruscos de temperatura perjudican el estado de este líquido, que puede acabar picado e imbebible.

La luz solar produciendo calor acelera diferentes reacciones químicas que no son idóneas para asegurar un perfecto mantenimiento. También el calor puede producir hongos o fuertes olores que perjudican el estado del vino.

Recomendamos guardar la botella en un ambiente fresco y en una posición horizontal, o boca, abajo, para evitar que se seque el corcho y pierda su elasticidad.

Consejos para seguir disfrutando del vino tinto

vino tinto

Los amantes del vino tinto no tienen porqué renunciar a uno de sus mayores placeres por culpa de las altas temperaturas, podremos sobrellevarlas mucho mejor sentados en una terraza al caer la tarde, huyendo del calor y disfrutando de una copa de vino. Tan sólo deberás evitar los siguientes errores:

No conservar en la nevera

El frío excesivo estropea el vino tinto, especialmente el que ha pasado por barrica. Este frío precipita los componentes que le dan untuosidad o que mantienen su pH correcto. Un vino que pasa varios días en la nevera tendrá un sabor más ácido e insípido.

Deberemos conservarlo en ambientes frescos, como hemos comentado anteriormente, no en la nevera.

Pero si queremos que el vino no esté caliente al servirlo y disfrutarlo en su punto óptimo, lo podremos meter una hora en la nevera y antes de servirlo dejarlo media hora fuera para que vaya recuperando su temperatura. Una buena temperatura está entre los 15 y los 20º.

No exponer al sol

Podemos recurrir al método tradicional de la cuba con agua para que el vino no llegue a alcanzar la temperatura del ambiente, pero nunca lo podremos dejar en un lugar donde le dé directamente el sol. El sol es un gran enemigo del vino y acelera reacciones químicas poco beneficiosas.

Dejar un vino tinto al sol es un delito que debemos evitar a toda costa y mucho más durante estas fechas, que el sol tiene tanta fuerza.

No tomar a temperatura ambiente

No deberemos toma el vino ni frío ni a temperatura ambiente. Beber vino en verano a temperatura ambiente en la mayor parte de España sería un delito hacia este producto.

Cuando lo saquemos del botellero o vinoteca podemos utilizar el método de la cuba, como hemos comentado, que consiste en poner una cuba con agua fresca (y añadirle algunos hielos si hace mucho calor) para que el vino no se caliente en exceso.

Jamás poner hielo

Si echarle hielo a una copa de cerveza es una salvajada, hacerlo con el vino no es menos. Si el vino está muy caliente para nuestro gusto podemos utilizar unos cubitos de silicona o plástico rellenos de agua que están diseñados precisamente para no interferir en el sabor de la bebida.

Llenar la copa a la mitad

Es mejor no llenar demasiado la copa, ya que el vino que expongamos al sol, a las reacciones y a la evaporación será mayor y por tanto estaremos estropeando en mayor medida su sabor. Mejor servir las dosis a medias y que el resto de vino se conserve en la botella.

Sujetar la copa por el tallo

Sujetar la copa por el tallo será otra forma de hacer que el vino no se caliente aún más, ya que el contacto con nuestro cuerpo le sumará temperatura.

Como conservar la botella una vez abierta

Tumbar la botella de un vino ya empezado es un error es muy frecuente en cualquier época del año, pero en verano aún más. Con el calor los microorganismos se aceleran, especialmente los hongos y bacterias que se crían en el corcho y pueden avinagrar el vino que queramos reservar para otro día.

Esto se produce en mayor medida si la botella está tumbada y el vino está en constante contacto con el corcho.

Lo mejor que podemos hacer es guardar las botellas empezadas de pie y usando un tapón especial que quita el aire extra del interior de la botella. Si no disponemos de este tapón, podemos usar el corcho original, siempre y cuando el vino no entre en contacto con él.

Desde La Bodega del Real Cortijo esperamos haberos dado buenos consejos, para que durante esta fechas de vacaciones, podíais seguir disfrutando de la mejor manera de lo que más nos gusta. No dudéis en poneros en contacto con nosotros y venir a visitarnos para seguir conociendo este amplio y apasionante mundo.